APRENDIENDO A VIVIR


Este periodo de cuarentena nos ha servido para muchas actividades o labores, dentro de todas estas podemos manifestar que la más resaltante ha sido tener un momento de reflexión; es decir, desconectarnos del sistema. Sí, de ese sistema del que tanto nos quejábamos, de la realidad que nos agotaba día a día, pero que la mayoría de nosotros ahora extraña.

En la situación actual, extrañamos esa monotonía que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida y en muchos de nosotros era la siguiente: levantarse, ducharse, cambiarse, salir de casa, subir al transporte público, llegar al trabajo y luego de unas horas salir de este para luego reunirse con los amigos, ver a su pareja, salir un rato a pasear o simplemente retornar a su hogar y descansar para que al otro día vuelva a realizar las mismas acciones. Muchas veces no nos damos cuenta lo afortunados que somos por lo poco, o lo mucho, que tenemos hasta que lo perdemos; así somos los seres humanos, no valoramos nada hasta que nos toca en carne propia o ya no lo tenemos, y cuando llegamos a ese punto recién extrañamos o lo valoramos; sin embargo, aún no es tarde querido amigo, aún podemos salir de esta, pero esta vez, tenemos que salir todos juntos porque de las peores crisis salen las mejores personas y las más fuertes. Que lo que nos está ocurriendo nos sirva de catarsis y no para sentirnos mal, sino para valorar un poco más la vida tan efímera. No hay que esperar estar en agonía para recién arriesgarnos a vivir y tomar nuevos retos por más inalcanzables que suenen, porque el momento es ahora y la vida ya no vuelve. Así que, no esperes estar en agonía para realizar lo que realmente quieres o deseas, mejor inténtalo ahora porque nada pierdes, ya que, el resultado al final de todo siempre será el mismo, pero en el trayecto lo disfrutarás.

Otro de los aprendizajes es: darnos cuenta que vivimos en un mundo desigual, en muchos sentidos, porque mientras unos piensan en: ¿Qué me voy a poner el día de mañana? o ¿Qué puedo cocinar?, en otros, lo único que ronda por su mente es ¿Mañana me alimentaré?
Existen tantas deficiencias que sabíamos albergaba nuestro país y también el mundo, pero recién esta crisis nos ha escupido en la cara, porque siempre hemos vivido ignorándola; hemos querido ver de costado a este sector de la población, tratando de ocultar nuestra realidad y los problemas (muchas veces como lo hacemos en nuestra vida personal), pero cuando el riesgo llega, todo sale a la luz. Bueno, no se me deprima, mi intención es hacerlo reflexionar un poquito, sobre todo lo que está ocurriendo, para que, usted pueda hacer catarsis y le aseguro que le servirá de mucho; así que busque distraer la mente con cosas positivas y productivas, que de peores crisis hemos salido y no es necesario recordarlas. Pero, si todavía no ha vivido ninguna… ¡Bienvenido a la vida querido amigo!, todavía te faltan muchas batallas por vencer; así que, anímate que aún no perdemos esta.

Así que recuerde, no somos inmortales, aunque muchas veces vivimos creyendo que sí. Vivimos anhelando lo infinito, cuando somos seres finitos, tal vez, por eso no llegamos a darle el valor necesario a la vida, hasta que te encuentras en una extrema necesidad, al borde de perderla. Si después de todos estos largos días, que hemos pasado, no salimos con una reflexión de ser mejores personas en todos los sentidos, entonces no hemos entendido nada de la vida.



M. Ross

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