CIUDAD OBSOLETA

Hace mucho tiempo me pregunté: ¿Cómo sería diseñar un “prototipo” de ciudad desde cero?

En la actualidad es imposible pensar en el diseño de una ciudad que nunca antes ha sido habitada, si suponemos que podríamos implantar una ciudad como prototipo que funcionara en diferentes partes del mundo, la degeneración de esta tendría diferentes respuestas. Por ejemplo: se construye el “prototipo” en el territorio A y B, cada lugar evolucionará de forma diferente, ya que, el clima, la población, la organización y diferentes aspectos afectaran de forma diversa, además, que, solo en Brasilia podría existir la imaginaria idea de construir una ciudad de la nada.

Una metrópoli debe responder a las necesidades de una población ya asentada en un territorio específico. Las propuestas en infraestructura, economía y política deben estar ligadas íntimamente con sus habitantes, esto conlleva a la necesidad de comunicación entre el poder (estado) y las ganas de hacer (pueblo). Para llegar a esto, no deberían existir desigualdades de oportunidades. Un ser humano necesita de esto para poder emprender, la oportunidad de una buena educación y de una buena salud principalmente.
Si no se tiene esta herramienta básica, para tener un juicio crítico, pues es mucho más difícil a comparación de aquel, que, tiene una caja de herramientas a su disposición. Si existe este tipo de oportunidades para toda una población, se disipa la ignorancia y se aplica el crecimiento analítico de una sociedad.

Los aspectos multidisciplinarios para crear una sociedad sirven para analizar el por qué y el cómo llego a existir una ciudad determinada (el pasado), analizar las potencias positivas y negativas que la aquejan (visión del presente) y para pronosticar el probable desarrollo (posible futuro). Sin embargo, esto queda en una teoría si no existe una participación colectiva por parte de la población (que vendría a ser el ente que ejecuta y del cual dependerá su evolución), de no ser así podría atreverme a afirmar que los estudios o propuestas que proclamen los ingenieros, arquitectos, psicólogos, urbanistas, economistas y funcionarios públicos, sería simplemente teorías pegadas a la investigación. 

Por lo tanto, es necesario entender que: lo que se cree o proponga en una urbe debe estar enlazada a su pasado, la historia que tiene detrás, que puede servir como herramienta a su mejora en un futuro.
Por ejemplo: En el Perú podríamos utilizar de forma positiva las enseñanzas de las culturas precolombinas, en el criterio de uso de las tierras e ingeniería hidráulica, optimizando el uso de los ríos y concientizando a la población para que tenga un uso más respetado y menos contaminado. Todo objeto creado a partir de la era de la industrialización, se hizo proyectándose a que en un futuro siga usándose, nadie diseña algo de un solo uso para que al día siguiente sea desechado, esta misma hipótesis debe ser tomada en cuenta para tomar de decisiones importantes de una ciudad.

La participación colectiva para ideas futuras, la democracia y la voz de quienes viven el día a día, en una ciudad, son quienes deben tomar decisiones; apoyados de profesionales que por vocación saben manejar la información. A partir de ese método, se aplicaría una propuesta teórico-práctica que podría manifestar propuestas éticas y altamente eficientes para el manejo de una ciudad visionada a un crecimiento proporcional en oportunidades e igualdad.

HOPPE