LAS CLASES CONTINUAN
Ese sería un día distinto, seria testigo de clases en casa y la emoción de poder ver que es lo que pasaría, me hacía sentir muchas emociones. Alegría, porque nunca he visto que den clases a nivel nacional, por señal abierta y en un canal de televisión. Intriga, porque no sabía cómo abordarían los temas. Temor, porque esto finalmente no resultase como lo esperaba.
Ese día solicite usar el televisor
más grande de la casa, sin embargo, grande fue mi sorpresa al ver que al llegar
el momento de la clase estas no se estaban dando. Tal vez me confundí de
horario, así que decido volver a revisarlo. Son las once y diez minutos de la
mañana y no hay señal de que la clase empiece. Pronto corro a revisar el
celular para verificar el horario y me sorprendo al ver un mensaje que decía que
las clases solo se darán por radio, no termino de procesar lo que está pasando.
Obtengo un link de Facebook que me dirige al mismo audio con apoyo de algunos
dibujos muy básicos, para lo que yo esperaba. Estando conectada al en vivo,
logro observar comentarios que decían: “¿Esto para que edad es? No entiendo
nada, esto está demasiado rápido, ¿ya acabó?” y sí ya había acabado, antes de
lo que esperábamos. Mi decepción fue muy grande, pues esperaba esa clase con
mucho interés. Yo no era alumna, ni si quiera era madre de familia, yo soy
profesora, profesora de educación especial. Grande fue mi sorpresa al darme
cuenta que el error si fue mío, esas clases ya habían sido programados para ser
dados por radio. En mi emoción pensé que ese horario era para todos por igual y
¿por qué no? Me pregunto. Horas más tarde, puedo ver hermosas postales de niños
estudiando frente al televisor, junto a su familia. La escena me parece
hermosa, pero me daba mucha pena pensar que esa misma imagen solo existiría en
mi imaginación para mis alumnos.
El proyecto me parece muy bueno,
pero me reafirma que aún no estamos preparados para poder abordar a la
población de personas con habilidades diferentes. La pregunta ahora sería ¿Qué
es de ellos ahora que no tienen a las especialistas cerca? ¿Cuántos de ellos
tienen las posibilidades de pagar a una especialista de forma particular? ¿De
qué forma están abordando las especialistas a estas personas por estos días?
Lo cierto, es que, yo esperaba esas
clases con ansias, porque aún sigo descubriendo que herramientas me son
funcionales para estas clases a distancia. Conversando con muchas colegas,
llegamos a la conclusión que no estábamos preparadas para esto. Estamos en
continuo aprendizaje, debates y aportes, para hacer lo mejor que podemos. No
obstante, esto no es suficiente y somos conscientes que formamos parte de la
generación de docentes que hizo de todo para continuar con las clases. Hoy en
día los padres de familia son nuestros mayores aliados. Y hasta la hacemos de coaching motivacionales para que no se den por vencidos, pues nuestra
sociedad muchas veces resulta ser muy dura con ellos y con sus hijos al no
saber cómo abordarlos en distintos contextos.
“Lo estás haciendo súper bien”, le repito a la mamá de mi alumno, quien
aún no se siente capaz de poder enseñarle.
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